Por si os va el chocolate como a mí, hoy comparto con vosotros esta sencillísima receta de trufas con frambuesas. Esta receta la he sacado del libro Larousse des Desserts (Larousse de los postres), hacía tiempo que andaba con ganas de probarla y cómo es temporada de frambuesas…ha llegado su momento.
Consiste en hacer un ganache, mezcla de nata con chocolate, y aromatizarlo con un puré de frambuesas y, si se quiere, con licor de esta misma fruta. La preparación del ganache es muy sencilla, calentar la nata y, fuera de la fuente de calor, añadir progresivamente el chocolate removiendo hasta que se funda. Es conveniente picar el chocolate para que la fusión sea rápida, evitando así someter el chocolate a altas temperaturas.
Según la receta, para elaborar estas trufas se emplea chocolate negro. Se entiende por chocolate negro el que contiene algo más que el 50% de cacao, pues es cuando se empieza a apreciar el sabor amargo. Así pues, usar según vuestros gustos o disponibilidad. Yo he aprovechado para hacer limpieza de chocolates y he puesto dos tipos: mitad chocolate negro de cobertura (54% de cacao) y mitad chocolate negro (72% de cacao).
Aquí tenéis.
INGREDIENTES (para unas 30 trufas)
- 30 g de mantequilla
- 320 g de chocolate negro
- 160 g de frambuesas
- 15 g de azúcar en polvo
- 9 cl de nata líquida (son aproximadamente 90 g)
- 1 cucharada sopera de licor de frambuesas (opcional)
- 100 g de cacao amargo en polvo
ELABORACIÓN
- Dejar reblandecer la mantequilla a temperatura ambiente.
- Picar el chocolate finamente, ya sea con un cuchillo o la picadora.
- Triturar las frambuesas hasta conseguir un puré, pasar por el chino para eliminar las posibles pepitas que hallan quedado.
- Mezclar el puré de frambuesas con el azúcar y unirlo a la nata.
- Llevar la mezcla a ebullición y retirar del fuego.
- Echar poco a poco el chocolate removiendo sin cesar.
- Añadir la mantequilla y el licor. Remover.
- Verter el ganache en un molde de unos 28 x 20 cm cubierto con papel sulfurizado (papel de horno). Una vez esté a temperatura ambiente, dejar reposar en la nevera durante un tiempo mínimo de dos horas.
- Transcurrido el tiempo, ya se puede trabajar la masa, lo más rápido posible.
- Coger porciones pequeñas y darle la forma deseada. Pasarlas por cacao y disponer en un recipiente apto para el congelador.
- Se pueden conservar en el congelador, en un recipiente con cierre hermético, durante muchos días (si es que duran).
