En la pasada primavera me dieron a conocer esta receta en un taller de cocina. Es un salmorejo en el que buena parte del tomate es sustituido por fresas, o fresones, según tengas.
Niki Segnit en su Enciclopedia de los Sabores apunta a que tomates y fresas son intercambiables en muchas preparaciones dado que tienen elementos de sabor comunes. Los cocineros han visto claro que hay que aprovechar esta coincidencia y han creado platos como el que hoy os traigo.
En este post ya os expliqué como elaborar un salmorejo clásico. Hacer un salmorejo de tomate en esta época quizás no sea la mejor opción, pues a los tomates todavía les queda un tiempo para alcanzar su punto perfecto. Ahora bien, con ayuda de unas fresas conseguimos una versión de salmorejo riquísima y además, de temporada.
La elaboración es tan sencilla como lavar, cortar, triturar y después colar, todos los ingredientes.
Ahora sí, ingredientes:
Ingredientes
- 600 gr de tomates maduros (limpio y sin semillas)
- 500 gr de fresas
- medio diente de ajo
- 40 gr de cebolla
- 40 gr de pimiento verde
- una cucharadita de mostaza (tipo en grano)
- 30 gr de miga de pan
- 125 gr de aceite de oliva virgen extra (la receta original lleva 250 gr)
- 10 gr de sal
Elaboración
- Lavar todos los ingredientes y cortarlos.
- Poner todos los ingredientes en un vaso de túrmix y triturar hasta conseguir una textura lo más fina posible.
- Pasar la mezcla por un colador de malla metálica fina o chino.
- Reservar en nevera
- Servir muy frío. Se puede acompañar con algún queso tipo fetta, trocitos de fresa o unos langostinos escaldados.
