Con los pasteles de chocolate me pasa como con las tartas de manzana: siempre ando buscando fórmulas y técnicas que me sorprendan.
Esta vez me ha dado por buscar una que llevara poca harina. Con sólo dos cucharadas de harina (más dos de maicena) se consigue una tarta muy buena. Eso sí. Lo que no ponemos de harina, lo ponemos de chocolate y mantequilla. En fin, mejor no pensárselo mucho antes de comerla. Por lo del engorde y tal, claro…
Pues eso. Como es una tarta bastante “consistente”, mejor comer poquito. Me dejo pendiente buscar una fórmula con aceite de oliva, más ligera, que no dé pie a tantos remordimientos cada vez que le incas el diente…
El caso es que tenía pensado hacerla hoy y, cuando me he dado cuenta, sólo tenía 100 g de chocolate, así que he hecho poca cantidad de masa y he aprovechado unos moldes que tenía de tamaño pequeño. No estoy segura de que haya estado una buena idea. La masa ha cogido temperatura muy rápido y podría decirse que ha “hervido”, formándose algunos agujeritos. Estoy convencida de que se puede obtener una textura más homogénea si se cocina en un molde único. A ver si hago la prueba y os comento. Eso sí, estaba muy buena.
El proceso, resumido, es bastante sencillo:
Se funde el chocolate junto a la mantequilla al baño maría (el chocolate pide calor suave…)
Se montan los huevos con el poquito azúcar que lleva la receta y se incorporan suavemente los secos.
Finalmente, poco a poco, se añade el chocolate y la mantequilla ya templados
Ah! Se me olvidaba. Importante. Un cocinero me enseñó que, siempre que se hace una elaboración con chocolate, va bien aromatizarla con un poco de café, puesto que potencia el sabor del chocolate. Y, además del café, se salpica la masa con unos tropezones de chocolate, por si hubiera poco…
Bueno. Ahora os los explico en detalle.
Ingredientes
- 200 g de chocolate negro
- 200 g de mantequilla
- 80 g de chocolate a trozos
- 25 g de azúcar
- 15 g de harina
- 15 g de harina de maiz (maicena)
- 15 g de cacao amargo en polvo
- 3 huevos
- 1 par de cucharaditas de café expresso
Elaboración
1. Precalentar el horno a 180 ⁰C, calor arriba y abajo.
2. Deshacer el chocolate negro junto con la mantequilla en un cazo al baño maría. Dejar templar.
3. En un bol, montar los huevos con el azúcar. Batir con las varillas eléctricas durante un par de minutos.
4. Mezclar las harinas y el cacao e incorporar a los huevos, previamente tamizados, con movimientos envolventes.
5. Una vez el chocolate y la mantequilla hayan templado, incorporar al resto de ingredientes con mucho cuidado. Siempre es mejor ir incorporando en pequeñas cantidades.
6. Verter la masa en el molde y hornear durante 20 minutos. Retirar del horno y dejar templar.
7. Enfriar en nevera y servir frío (se puede retirar de la nevera 15 minutos antes de consumirlo).
