El hummus de hoy está inspirado en el que comí hace unos meses en un restaurante. En lugar de emplatar el hummus de manera clásica, es decir, regado con un chorrito de aceite de oliva y un poco de pimentón rojo o comino por encima, éste iba cubierto por varios ingredientes de pequeño tamaño que daban una agradable sensación de frescor. Tanto que lo acabamos comiendo a cucharadas, como si de una ensalada se tratase.
Pues bien, con ese recuerdo en mente, he cocinado esta versión. La receta base del hummus es bien sencilla, consiste en mezclar en la batidora los garbanzos, la tahína, ajo, zumo de limón, sal y aceite de oliva. Las proporciones son variables y se puede condimentar con especies al gusto, típicamente comino. Como muchos otros platos, lo hago a ojo, así que las cantidades que figuran abajo en el listado de ingredientes son las que he ido midiendo mientras cocinaba. Si rehiciera el hummus ahora, probablemente saldrían otras proporciones…Pero bueno, eso es lo de menos, hay miles de fórmulas en la web, haceros con aquella que más os guste.
Eso sí, recomiendo usar un buen garbanzo, dado que es el ingrediente principal. Si los hervís vosotros, mejor. ¡Ah! Importante. No desechéis el agua de cocción o conserva, pues servirá para dar con la textura del humus. En esta ocasión he querido hacer un hummus más bien ligero, así que he aprovechado bastante el líquido de cocción (500 g de garbanzos+ 250 g de agua de cocción, aproximadamente)
Lo diferente de esta versión, ya os lo he anticipado, son los condimentos: pepino, rábano, pasas, pipas y un poco de sésamo tostado. ¿Cortados y puestos de cualquier manera? No, cortados y colocados con mucho cariño.Por ello, sugiero cortar las hortalizas en trozos pequeños. El pepino en dados y el rábano en medias lunas muy finas. Además, os recomiendo reservarlos en agua con hielo hasta el momento del emplatado, de esta manera los tropezones estarán crujientes y refrescarán todavía más el plato.
Y, lo que os comentaba, pongamos los ingredientes con cariño…Aunque, evidentemente, podéis hacer lo que queráis, os animo a que hagáis un ejercicio de composición para conseguir una buena estética del plato. Me lo he pasado bien… Ha sido cómo hacer un estampado sobre el hummus.
Pues eso, regar los ingredientes con un buen chorro de aceite de oliva y.. listo!
Ahí va!
Ingredientes para el hummus base
• 500 g de garbanzos ya cocidos.
• 250 g de agua de cocción de los mismos
• 2 ajos medianos
• 2 cucharadas de tahína ( a mí me gusta bastante su sabor, así que las he puesto colmadas)
• el zumo de un limón
• 10 cucharadas de aceite
• 1 cuharadita de comino
• Sal
Ingredientes para los condimentos
• 4 rabanitos
• medio pepino
• un par de cucharadas de pipas
• una cucharada de semillas de sésamo tostadas
• una cucharada de pasas
PREPARACIÓN DEL HUMMUS
1. Introducir en un vaso de batidora los ingredientes: garbanzos, ajos (sin el germen), la tahína, el zumo del limón, el aceite, la sal y el comino, reservando un poco del zumo de limón y un ajo.
2. Batir todos los ingredientes. Ir incorporando el limón y el ajo restantes a la mezcla de manera progresiva, de esta manera podéis ir rectificando hasta obtener el sabor que más os guste.
3. Reservar en nevera.
PREPARACIÓN DE L OS CONDIMENTOS
4. Pelar el pepino y cortarlo a daditos de medio centímetro de lado, aproximadamente.
5. Cortar los rabanitos a medias lunas muy finas.
6. Reservar ambos ingredientes en un recipiente con agua y hielo hasta el momento del emplatado.
EMPLATADO FINAL
7. Cubrir una fuente plana con una gruesa capa de hummus. Con la ayuda de una cuchara, allanar su superficie.
8. Disponer los ingredientes con una bonita estética.
9. Regar con un chorro de aceite de oliva y servir fresquito!
10. Podéis acompañarlo con trozos de pan de pita cortado a triángulos y frito en aceite. Es una buena opción!
