Salmorejo

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Ahí va este plato de cuchara frío, para estos tiempos en que nos ronda el calor y  los tomates están en su mejor punto. El salmorejo es de sencilla elaboración y tiene como ingredientes principales el tomate y el pan.

Tenía yo curiosidad sobre el origen del nombre de este plato, os transcribo parte de la información que he hallado en la  Wikipedia:

[…] “ hay varios estudios lingüísticos que relacionan la palabra salmorejo con salmuera (agua con alta concentración de sal) […]  ”el diccionario de la RAE del año 1817 denomina al salmorejo como oxalme muria (salmuera con vinagre)”  […] ”recuerda a una evolución lingüística de una mezcla de dos conceptos: salmoretum. El moretum es una salsa, de origen romano, que se elaboraba con mortero. Moretum es una variante de la denominación latina: mortero: mortarium. Sal-Mortarium pudo haberse transformado en el actual salmorejo.”

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En fin, veo que los lingüistas están entretenidos con la palabra en cuestión… lo que sí está más claro es que se trata de un plato que en sus orígenes consistía en  un majado de pan mojado en vinagre con sal, y es que…a quien no le gusta mojar el pan en el aliño de una ensalada!. Con el tiempo, el plato se enriqueció con el tomate y hoy en día se suele acompañar con un picadillo de huevo duro y jamón.

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Es un plato que bien se puede servir como entrante, primer plato o plato único, dependiendo de las cantidades y acompañamientos que incluyamos.

Debo deciros que este es uno de esos platos que hago bastante a ojo, ya que admite muchas variaciones en la cantidad de los ingredientes, no obstante os doy unas cantidades orientativas.

 

INGREDIENTES (6 personas)

Para el salmorejo:

  • 2 kg de tomates maduros (unos 10 tomates medianos tirando a grandes)
  • 2 dientes de ajo pelados (retirar el germen)
  • 200 g de pan (se puede aprovechar pan de días anteriores)
  • 5 cucharadas de vinagre
  • 5 cucharadas de aceite de oliva vírgen
  • Sal

Para el picadillo:

  • 2 huevos duros
  • Jamón (salado)

 

ELABORACIÓN

  1. Quitar la costra del pan, si queda un poco no pasa nada, ya va bien un toque tostado. Poner en remojo con el vinagre y alguna cucharada de agua.
  2. Mientras se remoja el pan se pelan los tomates. Yo lo suelo hacer con un pelador especial, si no lo tenéis se pueden escaldar (se les hace una cruz en la base y se sumergen unos 8 segundos en agua hirviendo, se retiran y se desprende la piel fácilmente).
  3. Cortar en trozos los tomates y disponer en el vaso de la batidora. Añadir el resto de ingredientes (pan, ajos, aceite y sal) y batir a máxima potencia.
  4. Si tenéis suficiente potencia en la batidora, debería quedar una textura cremosa y fina. Si no es así, siempre se puede pasar la mezcla por un colador chino.
  5. Reservar en la nevera, pues se debe servir fresquito.
  6. En el momento de servir cubrir con un picadillo de huevo duro y jamón. Rociar con un chorrito de aceite de oliva virgen.

 

 

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