Hace tiempo que tenía en mente probar una receta de granola. Sí, lo que se ve en la foto. Así llaman los americanos a esta mezcla de copos de avena, frutos secos y azúcar o miel, que tras ser horneada toma una textura crujiente y un sabor riquísimo.
Casi todos los blogs de cocina norteamericanos que voy siguiendo tienen una receta de granola, veo que es una preparación bastante popular y puede dar mucho juego. No solo por las variaciones que permite, sino por el uso que se hace de ella. Puede acompañar yogures, helados, leche, compotas de frutas…
Tras consultar varias fuentes he deducido que la granola básica está compuesta por copos de avena, frutos secos y un elemento dulce como la miel o el azúcar que además de endulzar permite amalgamar ligeramente los ingredientes. A partir de aquí, hay que echarle imaginación e ir generando nuevas versiones. He aquí algunas ideas:
– El ingrediente principal son los copos de avena, pero se pueden añadir otros cereales como la quinoa, el amaranto, el mijo, kamut…
– Los frutos secos: nueces, avellanas, pistachos, almendras…Eso sí, que sean crudos, sin tostar.
– Se puede añadir semillas de girasol, calabaza, sésamo…
– El elemento dulce puede variar: azúcar moreno, miel, jarabe de arce…
– Se puede aromatizar con vainilla, piel de naranja, canela, cardamomo…
– Una vez la granola esté horneada y fría, se pueden añadir pasas, orejones, frutas deshidratadas…
– Se puede añadir algo de materia grasa: aceite de oliva, aceite de coco, aceite de sésamo…
Veréis que la elaboración es fácil. Muy fácil. El único inconveniente es el horneado. Hay que estar pendiente e ir removiendo la preparación cada 10 minutos para que el tostado sea homogéneo. Y…cuidado! Para conseguir el punto perfecto de tostado hay que controlar el hormo los últimos minutos ( o segundos!).
Una vez hecha tu granola, la puedes guardar en botes herméticamente cerrados y conservar un par de semanas.
¡Ah! Veréis que las cantidades las doy en tazas o “cups”, si tenéis los medidores es muy práctico, y en gramos, por si os tenéis que apañar con la balanza.
Aquí tenéis.
INGREDIENTES
– 4 tazas o 380 g de copos de avena
– 2 tazas o 200 g de frutos secos ( yo he mezclado avellanas, nueces, almendars y pistachos)
– 1/2 taza o 60 g de pipas de girasol crudas, sin sal
– 1/3 de taza o 100 g de jarabe de arce
– 1/3 de taza o 70 g de azúcar moreno
– 1/2 cucharadita de sal
– 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
– 1/3 taza o 70 g de aceite de oliva
– Frutas deshidratadas o secas al gusto (fresas, pasas, dátiles, orejones…)
PREPARACIÓN
1. Precalentar el horno por la parte de abajo a 180⁰C.
2. En un cazo calentar el azúcar y el jarabe de arce hasta que se disuelva el primero. Dejar enfriar. Mezclar con el aceite.
3. En un recipiente mezclar los copos de avena con los frutos secos, las pipas de girasol y la sal.
4. Incorporar los líquidos y mezclar bien.
5. Extender la mezcla sobre la bandeja del horno que habremos cubierto con papel de hornear.
6. Llevar la bandeja al horno e ir removiendo los ingrediente cada 10 minutos. Hornear unos 50 minutos, hasta que esté ligeramente dorado.
7. Dejar enfriar y guardar en botes herméticamente cerrados. Añadir si se desea alguna fruta deshidratada (fresas, pasas, dátiles, orejones…)
8. Consumir en un plazo de 2 semanas
